Peanut & Mae West
Ni voy a escribir sobre frutos secos ni sobre una actriz y cantante estadounidense de los años treinta.
Voy a hablar de dos tortugas.
Peanut
Allá por los 80 una tortuguita iba andando por alguna playa de Estados Unidos cuando se le quedó enganchado un plástico de los que se utilizan para sostener los packs de latas. El animalito siguió su camino aunque nunca consiguió liberarse del plástico.
En 1993 cuando aún no tenía 10 años, alguien la encontró y la llevó a un zoo y de allí a un centro de conservación de animales en Missouri. Así empezó la campaña mediática (No More Trash) de Peanut en contra de desechar el plástico fuera de contenedores apropiados.
La realidad es que esta tortuga, nacida en libertad, nunca pensó en convertirse en una campaña contra el uso del plástico; tampoco debió haber sido su destino el llamarse Peanut, cacahuete en inglés, nombre que se le dio por la forma que adoptó su cuerpo tras crecer bajo la presión de un plástico muy resistente.
Fuimos nosotros mismos, la especie más evolucionada del Planeta, la que firmó su historia.
Peanut vive ahora en un centro de conservación de animales. Sigue viva tras casi 30 años aunque con daños irreparables en algunos de sus órganos y condenada a vivir en una jaula de cristal.
Me consuela saber que la naturaleza es sabia y fuerte. Mucho más fuerte que cualquier acción humana y lo suficientemente sabia como para reconducir la vida en la Tierra a pesar de nuestra presencia en ella.
Mae West
Mae West también fue encontrada en los 90. Ella vive en Los Angeles, pero no es una actriz de Hollywood, aunque se le dio el nombre de una, seguramente debido a la forma que adoptó su cuerpo tras años de vivir con un plástico rodeándole el caparazón. Un plástico de los que sujeta los tapones de las botellas.
Las tortugas son animales preciosos y sorprendentes que viven durante siglos. Estas dos tortugas debieron habernos sobrevivido a cualquiera de nosotros, aunque tras sus trágicas historias, es muy posible que no lo hagan. Hasta el momento, las hemos hecho dependientes de nuestros cuidados.
Voy a hablar de dos tortugas.
Peanut
Allá por los 80 una tortuguita iba andando por alguna playa de Estados Unidos cuando se le quedó enganchado un plástico de los que se utilizan para sostener los packs de latas. El animalito siguió su camino aunque nunca consiguió liberarse del plástico.


Fuimos nosotros mismos, la especie más evolucionada del Planeta, la que firmó su historia.
Peanut vive ahora en un centro de conservación de animales. Sigue viva tras casi 30 años aunque con daños irreparables en algunos de sus órganos y condenada a vivir en una jaula de cristal.
Me consuela saber que la naturaleza es sabia y fuerte. Mucho más fuerte que cualquier acción humana y lo suficientemente sabia como para reconducir la vida en la Tierra a pesar de nuestra presencia en ella.
Mae West
Mae West también fue encontrada en los 90. Ella vive en Los Angeles, pero no es una actriz de Hollywood, aunque se le dio el nombre de una, seguramente debido a la forma que adoptó su cuerpo tras años de vivir con un plástico rodeándole el caparazón. Un plástico de los que sujeta los tapones de las botellas.
Las tortugas son animales preciosos y sorprendentes que viven durante siglos. Estas dos tortugas debieron habernos sobrevivido a cualquiera de nosotros, aunque tras sus trágicas historias, es muy posible que no lo hagan. Hasta el momento, las hemos hecho dependientes de nuestros cuidados.
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